15 de febrero de 2015

Un lindo mensaje

Hoy, al atender el telefono que insistetemente exigía atención, mi mundo se vino abajo. Entre sollozos y lamentos, la voz del otro lafo de la linea me informaba que mi mejor amigo, mi compañero de jornada, mi buen camarada, había sufrido un grave accidente, falleciendo instantáneamente.

Recuerdo haber colgado el telefono y caminar a pasos lentos a mi cuarto.

Las imagenes de mi juventud llegaron como un rayo a mi mente: la universidad, las borracheras, las charlas hasta altas horas de la noche; los amores no correspondidos, las confidencias al oído, las parrandas, la complicidad, las sonrisas.

Ah, las sonrisas, como eran fáciles de surgir en aquella época.

Recordé la graduación, un nuevo horizonte surgiendo. Las lágrimas y despedidas.

Recuerdo a mi mejor amigo, en sus ojos la promesa de que YO nunca sería olvidado.

Y realmente, nunca lo fuí.

Perdí la cuenta de las veces en que él cariñosamente me llamaba cuando yo estaba en el fondo del pozo.

O de los mensajes en la contestadota que nunca respondí.

Recuerdo que fue su rostro preocupado el que vi cuando desperté de mi cirugía de la apéndice.

Recuerdo que fue su hombro que lloré la perdida de mi padre.

Fue en su oído que derramé las lamentaciones de un noviazgo deshecho.

Lo que me duele es que nunca tomé el telefono para decirle a él lo importante que era para mi contar con su amistad.

¡AL FINAL YO ESTABA MUY OCUPADO!

¡YO NO TENÍA TIEMPO!

No recuerdo haberle dado un detalle, YO NO TENÍA TIEMPO.

No me acuerdo haberle dado alguna sorpresa, como aparecerme de repente con una botella de vino y un corazón abierto dispuesto a escuchar.

YO NO TENÍA TIEMPO.

No me dí cuenta que mi amigo bebía de más, y que aún ebrio era una excelente compañia.

Solo ahora veo con claridad mi gran egois-TAL VEZ....

Tal vez si no hubiera sido egocéntrico y le hubiera prestado más atención.

Si me hubiera desprendido de mi sagrado tiempo y lo acompañara en esos momentos y yo hubiera sido el conductor...

Tal vez el se sentía solo, y yo nunca escuché su voz en la que me pedía ayuda.

Mi falta de tiempo impidió que lo escuchara.

Ahora veo con sorpresa, entre lágrimas y remordimientos, que para ir al velorio y visitar su cuerpo sin vida...

YO TUVE TIEMPO.

Descubro que si uno no toma las riendas de la vida, el tiempo te engulle y te esclavisa.

Ahora quiero manifestar a todos mis familiares y amigos cuánto los amo, con sonrisas, abrazos, escuchándolos, tratándolos bien.

Muestra siempre tu calidad humana dedicando "un tiempito" para las demás personas. Haz feliz a alguien hoy, el mañana puede no llegar.

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