18 de enero de 2015

Construir

No hace mucho tiempo, dos hermanos que vivían en granjas adyacentes, cayeron en un conflicto. Este fue el primer conflicto serio que tenían en 40 años de cultivar juntos hombro a hombro, compartiendo maquinaria e intercambiando cocechas y bienes en forma continua.

Esta larga y beneficiosa colaboración, terminó repentinamente. Comenzó con un pequeño malentendido y fue creciendo hasta llegar a ser una diferencia mayor entre ellos, hasta que explotó en un intercambio de palabras amargas seguido de semanas de silencio.

Una mañana alguien llamó a la puerta de Luis. Al abrir la puerta, encontró a un hombre con herramientas de carpintero. 

Estoy buscando trabajo por unos días, dijo el extraño. Quizá usted requiera algunas reparaciones aqui en su granja y yo le pueda ayudar.

Sí, dijo el mayor de los hermanos, tengo un trabajo para usted. Mire al otro lado del arroyo, aquella granja, ahí vive mi vecino, bueno, de hecho es mi hermano menor.

La semana pasada había una hermosa pradera entre nosotros y él tomó su trascabo y desvió el cauce del arroyo para que quedara entre nosotros.

Bueno, él hizo eso para enfadarme, pero yo voy a hacer algo mejor, ¿ve usted aquella pila de madera junto al granero? Quiero que construya una cerca de madera de dos metros de alto, no quiero verlo nunca más.

El carpintero dijo: Creo que comprendo la situación. Muestreme dónde están los clavos y la pala para hacer los hoyos de los postes y le entregaré un trabajo que lo dejará satifecho.

El hermano mayor le ayudó al carpintero a reunir todos los materiales y dejó la granja por el resto del día para ir por provisiones al pueblo.

El carpintero trabajó duro todo el día midiendo, cortando y clavando.

El granjero quedó con los ojos completamente abiertos, su quijada se cayó. ¡No había ninguna cerca de dos metros! En su lugar había un puente.

¡Un puente que unía las dos granjas a través del arroyo!.

Era una fina pieza de arte, con todo y pasamanos. En ese momento, su vecino, su hermano menor vino desde su granja y abrazando a su hermano le dijo:



¡Eres un gran tipo, mira que hacer este hermoso puente, después de lo que yo he hecho y dicho!.



Estaban en su reconciliación, cuando vieron que el carpintero tomaba sus herramientas.



¡No espera! Dijo el hermano mayor al carpintero, quédate unos días, tengo muchos proyectos para ti!.



Me gustaría quedarme, dijo el carpintero, pero tengo muchos puentes por construir.

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